ACE CAFÉ LONDON
By Edi Clavo
Reapertura de una leyenda.
La edad de oro del motociclismo británico, en cuanto a afición y popularidad, tuvo su cénit durante los últimos años de la década de los cincuenta y primeros sesenta, cuando marcas como Triumph, Norton o B.S.A. eran el referente obligado en todo el mundo. Miles de máquinas se vendían al calor de los éxitos comerciales y deportivos de modelos míticos como "Bonneville", "Manx" o "Gold Star", y circulaban por las húmedas carreteras del Reino Unido luciendo sus cromados con orgullo. Los aficionados acudían en peregrinación anual a la cita inexcusable del Tourist Trophy en
Los cafés de carretera se situaban en las afueras de las grandes ciudades, Londres, Manchester o Birmingham, y servían como parada obligatoria para los camioneros (en gran número siempre en toda Gran Bretaña, pero que en los años cincuenta y sesenta eran legión). En estos establecimientos sólo se permitía la venta de café, té, y comidas (el consumo de alcohol en público quedaba restringido a los pubs), además su horario era muy amplio, llegando la mayoría a estar abiertos durante toda la noche; así no era de extrañar que las incipientes circunvalaciones de las grandes ciudades tuvieran varios cafés que se utilizaban como lugar de encuentro de todos los rockers de la época, relegando a los camioneros a puntos más alejados de los epicentros urbanos. Se crearon cafés exclusivos para motoristas con curiosos nombres como "The Busy Bee", "Nightingale" o "Johnson´s", pero el que reunía a un mayor número de aficionados era sin duda el Ace Café de
Pero con el resurgir en los años ochenta de la afición de raigambre anglosajona sobre las motocicletas antiguas y las mecánicas de lustre en general, era cuestión de tiempo el que se intentara revivir el espíritu de la época en alguno de aquellos lugares. Y ya a mediados de los años noventa se convocaron reuniones de motos clásicas en los alrededores de lo que había sido el mítico Ace Café, y que en aquellos momentos no era más que un semiabandonado almacén de neumáticos. Al calor de un ímpetu infatigable y superando los obstáculos sin desaliento, Mark Wilsmore, (el factótum de la reapertura) se hizo con el traspaso del local y gracias a las ayudas de algunos sponsors, como la revista especializada Classic Bike, entre otros, y a la comprensión de las autoridades municipales, que en este caso entendieron la rehabilitación de un inmueble histórico, consiguió llevar a término las obras de reconstrucción fidedigna del edificio original, respetando la característica arquitectura racionalista de los años treinta. Y ha logrado un gran éxito en la reapertura oficial del nuevo Ace Café-London que se celebró los días 8 y 9 del pasado mes de septiembre-2001. Allí se dieron cita durante el fín de semana cerca de 30.000 aficionados procedentes de todo el mundo. Y se pudieron admirar joyas rescatadas de cientos de garajes; Café-Racers de alta cuna, Triton, Gold Stars, Velocette "Thruxton", Vincent "Black Shadow", humildes B.S.A. monocilíndricas de posguerra, Ducatis de última generación o "Streetfighters" de exótico diseño. Todo un universo motociclista al servicio de la vista, el oido y hasta el olfato del buen aficionado. Allí se congregaron viejos rockers, supervivientes de las aventuras de los años sesenta con su maquinaria de entonces, y jóvenes que aún no habían nacido pero que recogen el testigo de la afición hacia las dos ruedas y hasta algún club de mods con sus "secadores de pelo", Vespas y Lambrettas plagadas de espejos, en camaradería de bromas sobre las batallas, más legendarias que cruentas, entre las facciones rivales de rockers y mods en las playas de Brighton o Hastings.
Y allí se celebran en la actualidad eventos relacionados con el mundo de las dos ruedas: reuniones de marcas actuales o ya desaparecidas, de modelos, homenajes a pilotos, presentaciones de libros, revistas, concentraciones de clubs, conciertos de rock&roll, audiciones de "oldies", también cuenta con una tienda anexa de artículos para el motorista con cierto aire retro o sencillamente sirve como punto de partida para una excursión de sábado o para entrar en calor con un té humeante, o despacharse un "fish & chips", o incluso para tomarse una pinta de cerveza, porque ahora si tienen licencia. En fin, es un lugar de obligada parada para todo el que sienta cercano el espíritu motorista más primigenio, sin distinción de edad o tendencia. Lo dicho, todo aquel que viaje a Londres y sienta embriaguez con los aromas de la gasolina con ricino no debe dejar de acudir a la llamada del Ace-Café (North Circular Road, Stonebridge, London NW10 7UD - http://www.ace-cafe-london.com)
Edi Clavo en colaboración para La Escudería (www.escuderia.com)
Lo leí todo, muy buena la moto moldes inyección plástico
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